La evolución tan acelerada que hoy en día estamos viviendo, principalmente en el ámbito tecnológico así como los problemas sociales, ambientales y tecnológicos que se están presentando en la sociedad actual en la cuál estamos envueltos, requieren que la educación brinde alternativas de solución para poder enfrentar a los problemas que estamos expuestos.
Una de esas alternativas es el tener la convicción de que es posible tanto educar como educarse, pues la actualización en cualquier profesión es indispensable para el buen desenvolvimiento en su actuación tanto laboral como personal.
Sin embargo, debido al tipo de relación laboral, a las responsabilidades familiares a las que estamos sujetos la mayoría de las personas no se tiene el tiempo suficiente para poder asistir a cursos de actualización. Por ello “La Educación a Distancia” se presenta como una herramienta más para facilitar la actualización y perfeccionamiento en este caso del docente al que se le puede brindar un servicio educativo continuo. Además de vencer uno más de los retos que la tecnología nos brinda.
Paula Perkins (2001), señala que la educación a distancia es una metodología educativa no presencial, basada en la comunicación pluridireccional mediatizada, que implica amplias posibilidades de participación de estudiantes dispersos, mediante una orientación docente y con un alto grado de autonomía de tiempo, espacio y compromiso.
En la actualidad la educación a distancia considero que así como tiene grandes beneficios también tiene una cierta desventaja pues se corre el riesgo de que se convierta en “elitista” pues no todos tienen la facilidad de acceder a por lo menos una computadora.
La actuación del profesor dentro del aula resulta nada fácil ya que él es quien coordina el proceso enseñanza-aprendizaje mediante un proceso de construcción a partir de las interacciones personales que se dan entre alumno-maestro, y lograr que nuestros alumnos aprendan a construir su propio conocimiento.
El papel que desempeña el profesor a distancia considero aún más difícil pues juega también un papel muy importante ya que tiene la obligación de acompañar al alumno y ser un facilitador de su propio aprendizaje además de conocerlos casi a la perfección, para poder orientarlo mejor.
“En educación a distancia el desafío es abandonar la masividad y suplirla por la personalización para lo cuál no es necesaria la comunicación “cara a cara” sino “uno a uno” y en esto no importan las distancias. (Galindo Rodríguez, 2001).
Con lo anterior podemos decir que hoy en día ya no hay pretexto para estar al día y que la finalidad de la actualización docente es que los alumnos aprendan más y mejor siendo competitivos en el mundo futuro que les espera.